Sabor, aroma, tradición y artesanía.

Seis generaciones de plena dedicación por parte de una familia y durante más de un siglo, que dan como resultado unos dulces de alta calidad con los que deleitar el paladar en los momentos más especiales.

Paciencia. Sin prisa.

Ya lo hacíamos así hace 140 años y como nuestros clientes siguen adorando cada producto que sale desde nuestro obrador, no vamos a cambiar.  El arte se revaloriza con el tiempo.

Selección de materias primas.

Es el secreto menos secreto de nuestras recetas. Calidad, calidad y más calidad, además de una experiencia en la selección de cada uno de los ingredientes que utilizamos. Frutos, secos, aceites, mantequillas, harinas, huevos, azúcar y un sinfín de productos seleccionados con la ilusión de obtener lo mejor.

Uno a uno. Paso a paso.

La experiencia nos recuerda aquello de “Concina con amor”.  Por eso mimamos cada proceso de elaboración, como siempre hemos hecho.  Sin intentar acelerar nada, porque nunca “las prisas son buenas”.

Castilla-La Mancha. La televisión visita nuestro obrador.

Te enseñamos como realizamos algunas de nuestras especialidades.